Sunday, February 26, 2006

QUERESTIARIO

QUERESTIARIO

CANSADO

Recuerdo, cuando era muchacho, salir a recorrer el Norte de Chile, a dedo. Tendría 19 o 20 años, era mi primera pena de amor y mi primera experiencia como Romero. Dormí en las Bombas de bencina, sobre la carga de mas de algún camión, en medio del Desierto. Conocía montones de Posadas donde paraban a comer los camioneros.
Hay un capítulo que nunca se me olvidó.
En aquellos tiempos, se acostumbraba mucho a escuchar y grabar Radioteatro, algo así como son las Teleseries de hoy día, sólo que éstas eran vivídas a través de los micrófonos de las radioemisoras. Pues bien, aún estando soltero, hicieron un llamado en Radio Yungay para las personas que quisieran integrarse a un elenco de radioteatro en formación. Fuí. Quedé aceptado y empezaron los ensayos, todas las tardes. Al director le gustaba mi modulación y lo educada que tenía la voz. La verdad es que nunca había hecho un curso para ello, lo que si hacía era leer harto y en voz bien alta, casi gritando.
A mi me llamaba la atención una pareja de madre e hija que estaban también participando. La muchacha era hermosísima y su madre, tampoco había sido fea en su juventud. Nos hicimos de grandes amigos ya que daba la casualidad que ellas vivían en la población vecina a la mía. De tal manera que nos veníamos prácticamente juntos los días de ensayos, los cuales por cierto no eran pagados, Sergio Gjurinovic, o algo así se llamaba la persona que nos dirigía.
Un día y de pronto madre e hija no aparecieron más por los ensayos. Como a la semana siguiente leo en un diario un clamor de un padre y esposo solicitando que volvieran a casa su esposa e hija, las cuales lo habían abandonado, y aparecían las fotos de ellas. Cual no sería mi sorpresa al ver a las dos amigas mías, las mismas que ensayaban radioteatro conmigo, las que habían desaparecido de los ensayos sin saber nada de ellas. Obviamente vino inmediatamente la resignación de no ver mas a mis amigas. Triste final de un capítulo de radioteatro.
He ahí entonces, la triste muerte de un actor de radio en potencia. No acudí mas a los ensayos y no supe nunca más del fin de ese elenco. Alcance a grabar tres capítulos que fueron lo que salieron al aire, o por lo menos los que yo escuché.-

El Norte es lindo, sus cerros cortados a cincel dejando al desnudo las vetas multicolores de sus minerales. Resaltaban fundamentalmente al atardecer cuando los rayos del sol, picados porque ya no podían hacer daño sobre la piel de los pobres humanos, chocaban con sus últimas saetas contra los cerros cordilleranos, que servían como fortón en contra de ellos, diseminasndo en pequeños haces de luces, fragmentados en miles de minimos rayos que se esparcían sobre las solitarias pampas de nuestro desierto.-

En las mañanas no había reflejo, ya que el sol salía a las espaldas de los cerros, de tal manera que no había espejo alguno donde pudiese reflejarse.

Venía bajando de Arica, y me desvié hacia una antigua estación calichera que tiene un pueblito que se llama Baquedano. Efectivamente era un pueblito, una estación y un Restaurant, lo único que había abierto, debe haber sido entre las dos o tres de la tarde. Me siento, cansado, esperándo que me atiendan: "¿Que se va a servir?" Traigame una papaya le digo sin mirarla. Al traerla la miro, era preciosa la muchacha, diferente a todas las gentes del sector, instintivamente y aún no sé por qué, miró hacia el mostrador y veo a la persona que estaba tras de él.
¡Quedé atónito!
Eran Madre e hija, mis amigas, mis compañeras de radioteatro. Las que habían desaparecido y abandonado su hogar medio año atrás.
Conversamos. Me explicaron que el tipo les daba mala vida. Debe haber sido cierto, ya que no se habrían ido a enterrar a ese pueblo tan lejano y escondido. Estuvimos toda la tarde conversando. Me ofrecieron hospedaje, lo que obviamente no acepté. Me hicieron prometerle que no les contaría a su esposo (al cual ni conocía) ni a nadie, que yo habia estado con ellas, que la casualidad me había hecho descubrirlas. Les prometí que así lo haría. Y así lo hice.-

Perdonénme muchachas por haberlo contado ahora. Mal que mal han pasado cuarenta años que ocurrió esta historia, que por cierto es verídica. Si es cierto que Gardel dijo que veinte años no es nada, cuarenta son un poquito mas que nada. ¿No les parece?

Thursday, February 23, 2006

QUERESTIARIO

QUERESTIARIO

CUESTA ABAJO

Anoche estuve viendo un programa de tangos en la Tv. No se por que me gustan ahora los tangos si yo soy de la época de la "nueva ola".
Debe ser porque el hecho de ser el hermano menor entre siete y con marcadas diferencias de edades, me hizo crecer entre el gusto que ellos tenian por ese ritmo y mi niñez. El caso es que dos veces vi el tango, llamado "Cuesta Abajo", cantado por interpretes diferentes. En realidad sentí mi vida bastante interpretada por la letra de esa canción. Aunque suene a viejo. En todo caso ya tengo 58 años y aunque no me encuentro viejo, me siento bastante maduro, como para andar repartiéndo flores románticas escondiéndome tras los árboles de la casa de mi presunta o supuesta amada. Y aunque no creo que mi vida haya sido un Tango, parte mía está en dicha letra, como en la letra de miles de canciones más.

Ahora ya llegando al prolegómeno de mi vida, y con una libertad absoluta sobre ella, puedo decir con la frente bien en alto, que me la pude, que si bién con las enfermedades ora heradadas, ora propias de la edad, no me siento solo, me siento LIBRE.

Con la libertad absoluta de determinar mi quehacer, al corto plazo, no existe más, sin programación ni libretos. A los que yo mas quería me cortaron el cordón umbilical, justo cuando más lo necesitaba. Siempres le dije a mi ex, que estabamos criando monstruos no hijo. No creo que haya sido para tanto, pero aún asi y reiterando los dicho, ellos cortaron la relación. Putas que me dolió. No quería asumirlo. No me quedó otra.

Pero me abrieron el camino de la Libertad y no el de la SOLEDAD, como querían junto a su madre y su abuela. Y ahí están ellos cargando sus propias cruces, que algún día las cargué yo. ¡Gracias hijos míos!, por darme las llaves del Paraíso, por hacerme un mal me hicieron un bien. Es lo mejor que me ha pasado en estos últimos años.-

"Si arrastré por este mundo, la vergüenza de haber sido y el dolor de ya no ser,
Bajo el ala del sombrero cuantas veces embozada una lágrima guaradad, yo no pude contener"

Cuantas veces tuve que humillarme ante tantos, para obtener y mantener un trabajo, para la mantención de mi hogar. Fui lavador de Copas en el Local que tenía el amante de mi suegra, (Su abuela), humillado por él y por ella, porque en la Dictadura no había trabajo y teníamos que pelear con dientes y muelas el que teníamos. Por suerte encontré otro mejor en todas sus formas y dejé esa humillación diaria de la cual era objeto, en mi trabajo y en mi hogar.

"Era para mi la vida entera como un sol de primavera, mi esoeranza y mi pasión, sabía que en el mundo no cabía toda la humilde alegría de este pobre corazón".-

Cuanto la amé, cuanto la adoraba, cuanto la quería. Cuando descubrí su traición despues de tener cinco hijos, no podía creerlo, no me cabía en la cabeza que lo pudiera haber hecho. Y lo hizo.

Y tambíen lo había hecho mucho antes, no con uno, sino que con varios, a más de alguno incluso, lo llevaba hasta la casa. Flor de mina. Flor de esposa y Flor de Huevón.

"Ahora triste en la pendiente, solitario y abatido yo me quiero confesar, que si aquella boca mentía por aquellos ojos brujos yo daría siempre igual".

Y era linda la canalla, era hermosa, mi primer y único amor que he tenido. Asumo la derrota y la pérdida. Ahora ya no. Está vieja chica y arrugada. Han pasado muchos años. Pero el maldito tango me hizo confesarme conmigo mismo.

Queda dentro de uno, el corazón joven que aún sigue amando a esa joven que un día fué.

"Era para mi la vida entera, como un sol de primavera, mi esperanza y mi pasión, Sabía que en el mundo no cabía toda la humilde alegría de mi pobre corazón, ahora cuesta abajo en mi rodada, las ilusiones pasadas yo no las puedo arrancar, sueño con el pasado que lloro, el tiempo viejo que añoro y que nunca volverá".

Nunca la voy a sacar de mis recuerdos, es imposible, no se puede o no se quiere, que se yo.-

¡Y era linda!... ¡Y tan canalla!.-